Autobuses y tambores.
Dulce sabor en mi boca.
Humo en la habitación.
Aire.
Me siento rodeada de muchas conversaciones que no me interesan lo más mínimo y apuro el cigarro.
Casa de nuevo.
Caos ignorado por cine. Recreo a un Henry Miller pasional, enamorado de muchas mujeres.
No sabía lo que era amor.
Nosotros tampoco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario