Paranóicos.

martes, 11 de octubre de 2011

La ventana se cerraba.
La puerta,tras ella,también.
Dijiste que me querías.
¿Ahora quién quiere a quién?

Soñabas hojas verdes.
Respirabas el cristal.
Dormías en el sueño.
Bebías, ¿para qué más?

Tus palabras transformaban
lo intangible en realidad,
tu boca, mientras hablaba
me hipnotizaba cual chaval.

Ahora solo queda,
de ello, mi tempestad.
Buenos días, buenas noches,
media vida, y mil reproches.

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